viernes, 26 de noviembre de 2010

Los inmigrantes en España cobran la mitad que los nacionales

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El salario de un trabajador extranjero es prácticamente la mitad del de un trabajador español. La crisis ha contribuido a ampliar una brecha salarial que ya existía pero que creció en 2009. Ese año, el sueldo medio de un inmigrante fue de 10.526 euros anuales frente a los 20.069 euros de media de los españoles, es decir, una diferencia de 9.543 euros. En 2007, esta brecha rondaba los 8.000 euros. Son datos de la Agencia Tributaria, que publica una estadística de salarios que calcula sobre las declaraciones de impuestos.

Este aumento de la diferencia entre extranjeros y españoles en 2009 se explica porque el sueldo medio de los inmigrantes se desplomó casi un 5% respecto a 2008, mientras que el de los nacionales creció levemente un 0,35%. Además, los inmigrantes suelen ocupar puestos más precarios y de poca cualificación.

La brecha salarial entre hombres y mujeres se redujo ligeramente. El sueldo medio de los hombres se situó el año pasado en 21.433 euros anuales y el de las mujeres en 16.110 euros. Es decir, los hombres cobran de media 5.323 euros más que las mujeres, un desfase similar al que se registró en 2008 (de 5.976 euros) y algo menos que el de 2007 (de 6.182).

Sector privado
De otro lado, el salario medio en el sector privado en 2009 fue de 1.845 euros al mes, según un informe de Adecco e Infoempleo, que señala que la categoría profesional es el factor con más influencia en la retribución de un puesto. Después de la categoría profesional, es el tamaño de la empresa el segundo factor más influyente en el sueldo: un trabajador de una gran empresa puede cobrar hasta un 51% más que otro con el mismo puesto en una pequeña empresa.


FUENTE: Público, vía Inmigrantes en España (AQUÍ)
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lunes, 22 de noviembre de 2010

Canto general al inmigrante - PEDRO MORILLAS

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Más allá del tono solemne de vuestra esquirla:
hermanos, venid todos a mi casa,
venid ya,
venid.



Venid aquí donde brilla el prejuicio
y la gente se queja de que seáis vosotros
los que cuidan a nuestros ancianos,
de que seáis vosotros los que cuidáis
a nuestros hijos,
de que seáis vosotros
los del tomate,
los del pepino,
los del invernadero.



Venid todos y ya,
a esta mi casa
donde la gente se queja y con razón,
de que seáis vosotros los que trabajáis
todo el santo día,
de que seáis vosotros los que nos estáis
quitando el trabajo
a nosotros
que no queremos
trabajar.



Venid antes del cyborg,
venid hermanos, venid,
a esta mi casa donde podéis limpiar
vosotros,
donde podéis recogerme
el desperdicio,
donde podéis
amarme
por el simple
hecho
de mi
dinero.



Venid y ahora,
venid hasta que celebréis con ganas
nuestros goles,
hasta que la ciudad os quiera,
venid a darnos la cerveza
de medianoche,
a darnos el ceviche de los domingos,
venid hermanos, venid.



Venid
pues yo he visto en las gentes
una siniestra vocación por teneros,
venid pues nadie os querrá
hasta que os quieran,
pues nadie dará nada por vosotros
hasta que comprendan
que nada somos sin vuestro acento,
que nada somos sin vuestra alma,
que nada somos.



Yo he ido a quemar mi patria y la vuestra,
yo he ido a pintar en la sombra que os quiero
con la firme decisión de mi alma libertaria,
yo he enunciado los nombres de vuestros países
sin saber ni pizca de ninguno
pues no pertenezco al mío
igual que vosotros
que huís
de la duna.



Venid hermanos,
mi casa es vuestra,
venid,
en patera,
como ramera
en sumisión,
venid
y ahora.



Llegará el día en que la paleta se interpole,
llegará el día en que diremos hombre
y el hombre será celebrado en la alambrada
que nada tape,
que nada sepa;
llegará el día.



Y mientras tanto un odio irracional,
y mientras tanto la cerradura,
pero venid a mi casa,
venid hermanos,
la puerta
está cerrada
a cal y canto,
pero venid,
ya,
ahora.


PEDRO MORILLAS escribe en el blog LAS NÍNFULAS DE YOKNAPATAWPHA (AQUÍ)
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jueves, 18 de noviembre de 2010

Una viñeta de ENEKO

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FUENTE: Inmigración una oportunidad (AQUÍ)
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lunes, 15 de noviembre de 2010

Europa exporta sus fronteras

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Las fronteras que cierran la Unión Europea no están en los países miembros, están lejos, incluso a miles de kilómetros, y eso es porque “Europa está exportando cada vez más sus fronteras”, asegura Alain Morice, coordinador del Informe Anual, En las fronteras de Europa: controles, confinamiento, expulsiones, que acaba de hacer público Migreurop, una red internacional en la que participan organizaciones españolas como la Asociación de Derechos Humanos de Andalucía, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, la Red Acoge o Sos Racismo. El control de la inmigración avanza hacia los países que están fuera del territorio europeo, a los que se está obligando a admitir a personas expulsadas de Europa gracias a los acuerdos de readmisión y bajo la amenaza de ‘revisar’ los acuerdos de cooperación y de ayuda al desarrollo, dice el documento, que recoge la sistemática violación de derechos que sufren fuera pero también dentro del continente europeo.

Los ‘gendarmes’ son los ya conocidos de la orilla Mediterránea: Marruecos, Argelia o Libia y, más recientemente, los de la zona del Sahel. “La frontera de Níger y Libia, al igual que las de Mali con Mauritania y Argelia se han ido convirtiendo gradualmente en áreas prioritarias de la lucha contra la ‘inmigración ilegal’ de África a la Unión Europea”. Libia, en la línea de lo que ya hemos publicado otras veces, ha recuperado su prestigio internacional a través del férreo control migratorio en el que no falta la persecución y maltrato a los inmigrantes y solicitantes de asilo. “Ha endurecido su legislación con más sanciones y ha firmado acuerdos de readmisión, en ese aspecto es un alumno destacado de la UE”, critica Brigitte Espuche, investigadora de la región fronteriza del Sahel.

Mauritania se situó como punto de partida de cayucos desde que aumentó el control migratorio tras los saltos a la valla de Ceuta y Melilla en 2005. España y la Unión Europea respondieron ampliando la vigilancia. Eso ha ayudado a que hayan descendido notablemente las llegadas a Canarias de cayucos, “pero a costa de miles de detenciones, encarcelamientos sin fundamento jurídico y expulsiones colectivas”. Los detenidos por las fuerzas de seguridad mauritanas, dice Migreroup, son”entregados por España o Marruecos, interceptados en el mar o detenidos por la sospecha de que vayan a intentar abandonar Mauritania hacia Europa”, sólo porque exista esa sospecha, como ya denunció Amnistía Internacional. A pesar de los acuerdos de libre circulación, cada año cientos de inmigrantes son deportados a Mali y Senegal.

Anualmente, un nutrido grupo de temporeros de esos países cruzaban la frontera de Mauritania, nos cuenta Alassane Dicko, de la Asociación de Malienses Expulsados (AME). “Hay regiones que viven de esto, forma parte de su vida y su dinámica socioeconómica. Con todo este control, en diciembre de 2009 el gobernador de Nuadibú puso en marcha una circular por la que obligaba a tener permiso de residencia en Mauritania a los temporeros que querían trabajar, pero no existía un organismo que autorizara esos permisos”, denuncia Dicko. Acusa al gobierno español de ser cómplice en el maltrato que reciben los inmigrantes por subvencionar el centro de detención de inmigrantes que opera en Nuadibú, conocido como ‘Guantanamito’. “España paga para que sean devueltos de forma ‘óptima’, pero la realidad es que son abandonados en la frontera con Mali sin recursos. Son las poblaciones de buena voluntad las que ayudan a estas personas”. Los inmigrantes son la moneda de cambio con la que Mauritania consigue, al igual que Libia, “visibilidad internacional”.

Dentro del territorio Europeo, Migreroup se centra también en Polonia y Rumanía, donde hablan de redadas en función de los rasgos físicos, como en España. Aunque su mayor preocupación está en las deportaciones forzadas de Italia a Grecia. Desde que se consolidaron los acuerdos entre Italia y Libia ha bajado considerablemente el número de inmigrantes que llega a la isla de Lampedusa. Ahora buscan vías alternativas, como cruzar Grecia para llegar a Italia, y se suman a los que tradicionalmente tomaban ese camino: afganos, iraquíes o indios. Grecia es un país de paso, donde las condiciones de los inmigrantes son las peores de toda la UE, “viven en la clandestinidad, son víctimas de abusos y sometidos a detenciones arbitrarias, violando la ley, y a veces son repatriados a la fuerza a países de los que huyeron o por los que simplemente pasaron, como Turquía y Afganistán”. De las solicitudes de asilo, sólo el 0,3 por ciento son aprobadas. “Los inmigrantes quieren salir como sea de allí y arriesgan sus vidas cruzando escondidos en los camiones. Los propios ferrys tienen celdas de detención donde son encerrados los que son descubiertos para ser devueltos a Grecia”, asegura Sara Prestianni, investigadora.

España, como frontera sur de Europa, no se salva. El informe toma como ejemplo a Ceuta (en la misma situación que Melilla), “la ciudad es un enorme CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros)”, recuerda Mikel Araguas, de Andalucía Acoge. Al no formar parte del espacio Schengen, los inmigrantes no pueden cruzar a la península y “pueden pasarse años en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes”, sin derecho a empadronarse ni regularizar sus papeles. Además, como ya hemos contado otras veces, se está violando el derecho a la libre circulación de los solicitantes de asilo, cuyas solicitudes han sido admitidas a trámite, a los que se les está impidiendo cruzar a la península a pesar de que están autorizados a hacerlo. El informe asegura, también, que el Plan África tiene como objetivo final reforzar el control de las fronteras, “explica la relación de España con los países de África en función de intereses económicos (especialmente pesqueros y energéticos) y de la relevancia estratégica en la inmigración”.


FUENTE: Periodismo humano (AQUÍ)
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miércoles, 10 de noviembre de 2010

lunes, 8 de noviembre de 2010

jueves, 4 de noviembre de 2010

Aviones espía contra los inmigrantes

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El organismo de la Unión Europea (UE) responsable de la gestión de las fronteras exteriores, Frontex, se mostró interesado en probar el uso de aviones no tripulados y sistemas terrestres fijos para controlar la llegada de personas sin documentos en regla.

"En materia de control fronterizo se puede recurrir a un amplio espectro de medios como cámaras diurnas y de infrarrojos, radares y sensores fijos terrestres, sistemas móviles, aparatos tripulados y satélites", reza un comunicado aparecido en el sitio de Internet de Frontex (Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los Estados miembros de la Unión).

"Pero es claro que los vehículos aéreos no tripulados (VAT) pueden desempeñar un papel específico en el mejoramiento del control fronterizo, pese a ciertas dificultades técnicas, entre otras", añade.

Frontex se dedicó este año a estudiar de manera exhaustiva la posibilidad de utilizar los VAT, declaró el portavoz de la agencia, Michal Parzyszek, quien se negó a proporcionar detalles adicionales.

Además, el desarrollo del Sistema de Vigilancia Europea (Eurosur) integrado, en el que Frontex tiene una influencia importante, atrajo a varios fabricantes de dispositivos de seguridad como VAT, entre otros.

El Foro Europeo de Innovación e Investigación en Seguridad (Esrif, por sus siglas en inglés), que funcionó entre 2007 y 2009, reunió a personalidades y organizaciones, al sector privado y a instituciones europeas. Frontex fue un actor clave en esa instancia.

La agencia creada en 2004, pero que comenzó a funcionar al año siguiente, es el organismo de la Unión Europea dedicado a frenar la inmigración no deseada. Frontex coordina las patrullas marítimas, los vuelos de reconocimiento, las operaciones navales y terrestres y reúne a especialistas para identificar el país de origen de las personas detenidas.

El Foro fue más que un lugar de reunión para intercambiar opiniones sobre cuestiones de seguridad, dijo a IPS Frank Slijper, de la Campaña Tegen Wapenhandel, iniciativa contra las armas.

"Esrif fue el lugar donde proveedores y compradores se reunieron en un contexto formal", explicó. "Fue una situación beneficiosa para todas las partes. Ese tipo de iniciativas permiten integrar la dimensión militar en un momento posterior", añadió.

Es importante reparar en "la cantidad de empresas de armamento en Esrif que, tras los atentados del 11 de septiembre contra Nueva York y Washington, crearon divisiones especiales de seguridad porque se convirtió en un mercado creciente", añadió Slijper.

Frontex encabezó el tercer grupo de trabajo del Foro, que reunió a 80 personas, 20 de la parte interesada, gobierno y agencias estatales, y 60 de proveedores industriales, señaló Ben Hages, investigador del Transnational Institute.

Desde hace dos años, Frontex participa de forma regular en foros a favor de un fuerte control fronterizo en Europa, junto a organizaciones que defienden intereses corporativos.

Entre ellos, los de la asociación Aerospace and Defence, que promueve la industria aeronáutica como prioridad estratégica de la región y la Security Defence Agenda (SDA), grupo de estudio con sede en Bruselas.

La Security Defence Agenda ofrece una plataforma de encuentro entre instituciones de la UE y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte con funcionarios y representantes de la industria de medios internacionales y especializados, académicos y organizaciones no gubernamentales.

Una nueva disposición, que dará a la agencia la posibilidad de adquirir equipos de forma directa, modificará su estatus de participante a cliente. La norma, a la que pudo acceder IPS, confirma la voluntad de militarizar la vigilancia fronteriza y controlar la migración.

Frontex puede recoger y procesar datos personales de sospechosos de participar en actividades ilegales en la frontera, adquirir equipos de vigilancia, integrar los distintos planes de capacitación de guardias y crear y operar un sistema de intercambio de información clasificada.

La norma prevé un "papel mayor para la investigación y el desarrollo a fin de controlar y vigilar las fronteras exteriores", lo que convertirá a la agencia en un actor clave entre las instituciones europeas y de la naciente industria de seguridad interna.


FUENTE: Rebelión, via IPS (AQUÍ)
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lunes, 1 de noviembre de 2010

Ser refugiado en la Unión Europea

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Dos refugiados iraquíes, idénticos en edad, sexo y estatus social, que se dirigen a Europa tienen un 99% de posibilidades de que sus situaciones sean opuestas en el caso de que tomen destinos diferentes. Mientras uno podría gozar de plenos derechos en calidad de demandante de asilo, el otro podría correr el peligro de no ser reconocido como tal, además de ser detenido por irregularidad administrativa e incluso expulsado.

Las normas son claras: el país responsable de la solicitud de asilo será aquel por el que la persona entró y donde presentó su petición. Así lo establece el Reglamento de Dublín, adoptado en 2003.

A pesar de que el texto se fundamente en la idea de que todos los Estados europeos son democráticos y seguros y que, por lo tanto, en cualquiera de ellos, los refugiados tendrán las mismas oportunidades, el desajuste entre las legislaciones nacionales en materia de asilo muestra las carencias del sistema.

Los hechos no dejan lugar a dudas: mientras en Alemania la probabilidad de obtener el reconocimiento y la asistencia pertinente a un iraquí que huye de su país es del 77%, en Grecia es prácticamente del 0%. Así lo afirma el Consejo Europeo para los Refugiados y Exiliados (ECRE, en sus siglas en inglés).

Esta red europea, compuesta por 65 organizaciones no gubernamentales defensoras de los derechos de los refugiados, critica la falta de armonización jurídica. Su directora de comunicación, Ana Fontal, de origen gallego, afirma que “existe un consenso por parte de los Estados miembros sobre el hecho de que el sistema actual no termina de funcionar”, y de la necesidad de dar un impulso al Sistema Común Europeo de Asilo. No obstante, son principalmente los gobiernos nacionales los que bloquean el avance en las negociaciones porque “prefieren gestionar este asunto a nivel doméstico”, asegura esta periodista especializada en cuestiones de asilo. Éste sería el caso de Francia y otros países del Mediterráneo, donde los flujos migratorios son más fuertes.

De los 27 socios que componen la Unión Europea (UE), Grecia es el más criticado por su mala gestión del paquete asilo. Numerosas deficiencias derivan de los procedimientos administrativos: el derecho a una entrevista personalizada, a un intérprete o a recibir asistencia jurídica, brillan por su ausencia.

Además de ello, la administración de Yorgos Papandreu ha recibido críticas por la violación de los derechos de los demandantes de asilo. En un informe publicado el pasado mes de julio, Amnistía Internacional denunciaba las detenciones sistemáticas de refugiados llevadas a cabo por Atenas en 2009, además del tratamiento prestado a los menores no acompañados, lo que iría en contra de los derechos de los refugiados, recogidos en los tratados internacionales – el Convenio Europeo de Derechos Fundamentales y la Convención de Ginebra de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados -,de los que Grecia es signataria.

A pesar de las expectativas ante posibles sanciones, la Comisión Europea ha preferido no interponer ningún proceso sancionador al gobierno de Papandreu al considerar su situación financiera actual.

Antonio Masip Hidalgo, eurodiputado español del Grupo político Socialista, afirma en su blog personal que “el derecho a no ser detenido arbitrariamente es un derecho humano fundamental reconocido en el artículo 5 de la Convención Europea de los Derechos Humanos”, algo que en Grecia, así como en otros estados miembros, no se ha respetado. Masip, que aun mantiene un escaño en la Eurocámara, fue el principal ponente de la carpeta asilo del Parlamento Europeo durante la legislatura entre 2004 y 2009.

Frente a ello se encuentra Bélgica, uno de los socios europeos que mejor responde a estas demandas políticas, junto con los países escandinavos. De hecho, Bruselas ha anunciado recientemente que cesará la transferencia a Grecia de aquellos refugiados cuyas demandas de asilo se presentaron inicialmente en Atenas, a pesar de que esta última ostente la responsabilidad de dichas solicitudes.

Sotieta Ngo, miembro de la ONG belga Coordinación e Iniciativas para Refugiados y Extranjeros (CIRE) se muestra crítica ante el Reglamento de Dublín y considera que un refugiado debería poder escoger el país de destino: “No afirmo que los demandantes de asilo puedan dirigirse a determinados países como si fueran de compras, pero sí que se les de un margen de decisión”. Esta jurista, de origen bruselense, explica que el actual reglamento supone, en la mayoría de los casos, un obstáculo para la unidad familiar: “¿Por qué una persona no podría escoger como destino el país en el que se encuentra su hermano?”

Ngo, que trabaja como experta en cuestiones jurídicas para CIRE y se ha mostrado contraria a las iniciativas comunitarias en más de una ocasión, apoya la creación de una Política comunitaria de Asilo “común, humana y de calidad” en el marco de un Sistema Común Europeo de Asilo.

La política de asilo es una de las principales asignaturas pendientes de la Unión Europea. Hasta el presente, se han ido sucediendo una serie de reglamentos y directivas que establecen unos requerimientos mínimos, como la definición del estatus de refugiado, la determinación del territorio responsable de una demanda de asilo o el modo en el que el refugiado debería ser acogido por las autoridades nacionales – alojamiento, atención sanitaria o derecho al trabajo.

Precisamente esta disposición de mínimos es la que permite a Gobiernos de tendencia neoliberal emprender medidas restrictivas en materia de inmigración y asilo. Este es el caso de Países Bajos, cuyo gobierno, formado por una mayoría de extrema derecha, anunció que iba a reducir la entrada de inmigrantes y refugiados.

Ana Fontal pone el acento en esta situación: “Existe una tendencia a cerrar cada vez más las fronteras y a hacer que cada vez sean menos las personas que entran”, y reconoce que Europa se encuentra inmersa en una ola de xenofobia. Sin embargo, asegura que no cree “que sea imposible salir de ella”.

La actitud de los Gobiernos nacionales no es la única que incita a críticas. El reciente tratado de cooperación, firmado entre la Comisión Europea, vía sus titulares de Asuntos de Interior y Política de Vecindad, y Libia, ha hecho sonar la voz de alarma entre las organizaciones no gubernamentales.


Un kosovar e la frontera con Albania tras huir de la represión del ejército serbio. Morini, Mayo, 4 de 1999. (Santiago Lyon / AP Photo)
A pesar de que los objetivos oficiales de dicho acuerdo consistan, entre otros, en “la gestión de los flujos migratorios, protección internacional para los refugiados y los solicitantes de asilo”, el texto es considerado como un nuevo obstáculo para los refugiados. Y es que, mediante su firma, el Ejecutivo comunitario ha accedido a conceder al Gobierno del general Muamar al Gadafi hasta 50 millones de euros anuales entre 2011 y 2013 para controlar las fronteras al sur del país y, por lo tanto, controlar el pasaje de demandantes de asilo africanos que se dirigen a Europa.

A este respecto, Sotieta Ngo acusa a los socios comunitarios de esconderse detrás de la Comisaria de Asuntos de Interior, Cecilia Malmström, una de las signatarias del acuerdo. Según afirma esta especialista en asuntos europeos: “Los Estados europeos han firmado el Convenio de Ginebra”, que establece los parámetros del derecho internacional en materia de asilo, “y tienen que afrontar sus deberes. La UE envía el mensaje de que no quiere inmigrantes”.

Cómo puede la UE entablar acuerdos relativos a los derechos humanos con un Gobierno que se ha negado a firmar el Convenio de Ginebra y que expulsó de su territorio al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, es lo que se preguntan muchos.

Miguel Portas, eurodiputado portugués y miembro del Grupo político Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica puso en tela de juicio esta iniciativa el pasado 13 de octubre mediante el envío de una pregunta escrita a la Comisión: “¿No cree la Comisión que la negativa de Libia a firmar el Convenio internacional de Ginebra relativo al estatuto de los refugiados supone un obstáculo a todo posible acuerdo que verse sobre los derechos de los solicitantes de asilo?, ¿Cuál es la verdadera solución a largo plazo que prevé la Comisión para que la protección de los solicitantes de asilo en nuestras fronteras sea digna de la tradición europea?”.
No es la primera vez que la UE se convierte en el blanco de las críticas en materia de inmigración y asilo. En julio de 2008, centenares de asociaciones y ONGs acudieron a manifestarse frente al Parlamento Europeo en Estrasburgo, cuando se aprobó la famosa Directiva de Retorno, según la cual se concedía a los socios europeos la posibilidad de expulsar a aquellos inmigrantes en situación ilegal y evitar su retorno por un periodo de cinco años.

Mientras las negociaciones a nivel comunitario sigan bloqueadas y los Estados restrinjan sus políticas de asilo, al igual que las fronteras de entrada en el continente, el futuro de los refugiados se verá cada vez más incierto.


FUENTE: Georgina Mombo, 27 de octubre de 2010, Periodismo humano (AQUÍ)
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