sábado, 16 de octubre de 2010

Angélica, la sonrisa de la honradez

.
Sus ojos chispean por la felicidad, también de orgullo. Angélica Parpaluta rebosa vitalidad, destila alegría y... honradez a borbotones. Una honestidad que no ha sido capaz de resquebrajar ni un maletín con 3.000 euros.

'Angi', como la llaman los que la quieren, salió el miércoles a las 20 horas del Café La Alberca, el bar de su pareja ubicado en la logroñesa calle Canalejas, y encaminó sus pasos hacia la calle Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil. A la altura del número 13, sus ojos se toparon con un maletín de tela azul marino que reposaba abandonado sobre el único banco de madera que existe en la acera. «No había nadie en la zona y pensé que se lo habría dejado alguien al entrar en el locutorio que hay al lado, pero allí sólo estaban los dueños del local y ni sabían nada del maletín ni quisieron hacerse cargo de él», relata en un castellano perfecto aliñado con un ligero acento de su Rumanía natal, desde donde llegó a La Rioja hace ya diez años.

Angélica optó por regresar a La Alberca, donde junto a su pareja, José María, decidió abrir el portafolios a la espera de encontrar una tarjeta con la dirección o el teléfono de su dueño o cualquier otra indicación que les permitiese contactar con él.

Al abrir el maletín, la pareja se encontró en el interior del portafolios varios sobres con dinero en metálico y un cheque al portador por una importante cantidad que completaban la suma global de 3.000 euros y numerosos documentos. «Estoy en el paro desde hace un mes, pero, pese a la cantidad de dinero que había, en lo único que pensé fue en que alguien estaría pasando un rato malísimo por la preocupación y que teníamos que hacer lo posible por encontrarlo cuanto antes, por lo que llamamos al 092», resume la mujer.

Angélica sabe lo mal que se pasa en esa situación. Ella vivió algo similar hace cinco años. «Me robaron en Portales un monedero en el que llevaba dinero, pero eso fue lo que menos me importó. Lo malo es que allí llevaba mi tarjeta de residencia y en esa época me acababa de caducar el pasaporte y se me había dañado el carné de identidad en la lavadora. Fue horrible y los trámites larguísimos, incluidos dos viajes a Barcelona, al Consulado, y de eso me acordaba ayer», explicó ayer en declaraciones a Diario LA RIOJA.

Gracias a su empeño y al trabajo de la Policía Local, en esta ocasión la solución llegó en apenas una hora y, además, con final feliz. «A las nueve me telefoneó la Policía Local para anunciarme que habían entregado el maletín a su dueño y, poco después, me llamó esta persona para darme las gracias y quedar para vernos dentro de unos días y trasladarme el agradecimiento en persona».

Pese a su situación actual de falta de trabajo, Angélica, que trabajó en la Hípica y en la marisquería Badem y fue propietaria del Café Vigón, ve el futuro con optimismo. Ayer, desbordada por las alabanzas de sus vecinos, irradiaba felicidad: «Estoy contentísima. ¿Se me nota verdad? No puedo quitarme del cuerpo la alegría de haber podido ayudar a alguien, estoy feliz», concluye con la orgullosa sonrisa de la honradez en el rostro.


FUENTE: La Rioja.com (AQUÍ)
.

1 comentario:

  1. Espero que no se olvide el pedir la recompensa a la que se tiene derecho, que se asesore y que la reclame, que es su derecho y en estos dias las cosas están muy jodidas.

    ResponderEliminar