lunes, 10 de enero de 2011

Carta Real

.
.
“Queridos niños: mi nombre es Baltasar y trabajo de rey mago. Sé que habéis sido muy buenos este año y que os merecéis muchos juguetes. Os escribo para deciros que los traigo todos, pero que tengo un problema. En realidad, tengo dos: el primero es que soy negro, el negro de los reyes Magos, el que escribe los libros de Melchor y Gaspar, y el que sube y baja de los camellos los paquetes mientras ellos se toman unas copas en el bar de oficiales.

El segundo problema es que me tienen parado en el estrecho de Gibraltar porque me faltan no sé qué papeles. Melchor y Gaspar han podido pasar gracias a que han sobornado a los de aduanas con unas rayitas de incienso y mirra y unos Game Boys para sus hijos. A mí no me han dejado ni sobornarlos porque dicen que vete tú a saber de dónde he sacado tantos juguetes, que si los he robado, y que cierre esta bocaza de negro o nos vemos en comisaría.

Yo no quería venir por África, pero seguimos el rastro de una estrella mágica y despistada que nos trae dando un rodeo por el Oriente Medio, atravesando desiertos, con la dificultad añadida de que la perdemos muy a menudo entre nubes por culpa del mal tiempo. Al parecer (y os digo que al parecer pues no lo sé muy bien, porque como soy negro no me cuentan ni la mitad) teníamos que llevar un mensaje de paz a un portal de la calle Bailén, o algo así les oí cuchichear a los dos rubios, cerca de Jerusalén, pero había tal cristo en sus calles que le hemos pedido a la estrella que arreara aprisa, mirando discretamente para otro lado, como que pasábamos por allí. (…)

A los jefes míos se les había ocurrido que podíamos comenzar la entrega de regalos por África porque, como aquí los niños apenas piden nada, liquidábamos el asunto en un santiamén. Y ya veis, ahora me encuentro con el contratiempo de que para entrar en España hacen falta no sé que papeles, pues sin ellos soy un rey mago ilegal. Me han dicho que han puesto una oficina donde te arreglan esto en un visto y no visto, pero que sólo se puede llegar allí en patera. Y diréis que estoy tonto, pero no se me ocurrió meter en el camello ninguna patera. Voy hasta los topes de Play Stations, trenes eléctricos, ordenadores, muñecos que hacen pis, caca y que tienen la regla, y hasta una nueva Barbie Ropa Interior que está más buena que el queso y que se libra de un revolcón porque trabajo de rey bueno y mago, y porque me tienen muy vigilado por ser negro, que si no se iba a enterar. Pero ni una maldita patera.

Así que acabo de entrar en tratos con una mafia de marrocanos que me han pedido a cambio que les suelte el oro que traíamos para un niño muy especial que vive en el Vaticano, o así, pero que nadie sabe darnos noticia cierta de su paradero. Me han traído una patera que, la verdad, muy buena pinta no tiene, pues hay que estar de vigilia achicando agua para mantenerla a flote. Estoy enseñando a los camellos a guardar el equilibrio en ella. Y por si acaso, he mandado preñar a una camella porque me han dicho que los españoles sois muy humanitarios y sensibles, y más con las embarazadas, que no las devolvéis a África porque quedan muy bien en los telediarios.

Si a pesar de todo no nos vemos en la cabalgata, sabed que fue por mi mala estrella”.


FUENTE: Bel-Sar-Utsor Aka Baltasar, Rey. en el Diario gratuito 20minutos, Dic 2005, vía blog de GSÚS BONILLA (AQUÍ)

imagen by: Mónica Ferrero
.

3 comentarios:

  1. http://periodismohumano.com/migracion/como-actuar-ante-las-redadas-a-inmigrantes-sin-papeles.html

    ResponderEliminar
  2. Ah, gracias, creo que ya lo publicamos hace dos meses, pero lo vamos a revisar ahora mismo.

    Hasta pronto.

    ResponderEliminar
  3. Ah, no, pues no lo hemos publicado, uno de estos días lo haremos

    ResponderEliminar