miércoles, 29 de septiembre de 2010

Ciudadanos reaccionan ante la violencia policial contra dos inmigrantes

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Detenidos dos senegaleses por agredir a un agente en Nervión Plaza. Detenidos dos senegaleses por agredir a agentes en una actuación contra la venta de DVDs piratas. Al menos un varón de color detenido y un agente herido en un incidente durante una actuación policial. Tres titulares del nueve de septiembre.

Hablan de Sevilla y de una operación policial contra el top manta. La imagen de varios vendedores de CD y bolsos apostados frente al centro comercial Nervión Plaza es habitual, como también lo es que de vez en cuando aparezcan por la zona vehículos de la Policía Municipal y los manteros salgan corriendo con su mercancía al hombro. A veces, como relatan los comerciantes de los alrededores, los policías no llegan ni a bajarse del coche. Otras persiguen a alguno y lo detienen. Como ocurrió el ocho de septiembre por la tarde.

Varios inmigrantes que estaban vendiendo salieron corriendo al ver a cuatro agentes de la Policía Local. En menos de una hora, según algunos testigos, los manteros habían vuelto a colocarse y llegaron más agentes. Algo no encaja en los relatos sobre lo que sucedió a partir de entonces. Según la nota de prensa de la Policía Nacional, fueron detenidos cuando los agentes de la Policía Local iban a identificar a los vendedores y uno de ellos, para evitarlo, “agredió” a un policía “propinándole patadas en la zona abdominal, en la espalda y en las piernas, que le ocasionaron lesiones de las que tuvo que ser asistido en un centro médico y quedando detenido por estos hechos”.

En periodismohumano nos pusimos en contacto con la Policía Nacional para ampliar esta información y contrastarla con la de los testigos con los que hemos hablado pero no hemos recibido respuesta. La versión de esos testigos dista mucho de la oficial. “Todo es totalemente contrario a lo que están diciendo y los que estábamos allí lo sabemos”, denuncia Juan Antonio Campos. Él y otros presentes aseguran que Pape Sech, que es como se llama el primer detenido, salió corriendo cuando vio a los policías pero uno de los coches patrulla le cortó el paso y los tres agentes que le perseguían lo agarraron por detrás y tiraron al suelo sin que el joven pudiese, en ningún momento, oponer resistencia.”Un agente lo tiró a la carretera y lo esposó. Una vez esposado la policía creyó que la mejor forma de intimidarlo, al parecer, era poniéndole la rodilla encima y aplastándole la cara aunque él no estaba haciendo absolutamente nada. De repente, había tres policías encima del chaval con una violencia totalmente innecesaria”, afirma Ángel García que trabaja en un kiosco enfrente de donde fueron detenidos.

En ese momento llegó Birahin, un amigo de Pape y el segundo detenido, que increpó al policía por lo que estaba haciendo. “El suelo estaba caliente. Le dijo al policía que tenía la rodilla en la cabeza de Pape que le estaba haciendo daño y que lo soltara. Que se lo llevara pero que no le hiciera daño“, cuenta M’Bay, uno de los manteros que salió corriendo a ver qué estaba pasando con su compañero. Según el relato de varios testigos, Birahin dio un empujón al agente que estaba encima de Pape y sacó su móvil para grabar lo que estaba sucediendo pero uno de los policías se lo arrebató y lo tiró al suelo. Birahin echó a correr hasta que otro agente “le puso una zancadilla y se le echaron tres policías más encima”, relata J. Antonio Campos.

Según los testigos, fue entonces cuando los policías sacaron sus porras y comenzaron a golpear a Birahin. “La gente al ver ese abuso se metió por medio contra los policías. Si esas lesiones que dice la policía existen son de cuando la gente se interpuso porque los detenidos en ningún momento intentaron golpear a nadie. Empezaron a repartir empujones a todo el mundo hasta a un hombre mayor que terminó en el suelo”, asegura Ángel García. “La policía dice que le pegaron pero ¿cómo? A uno lo tiraron al suelo y le pusieron la rodilla en la cabeza y al otro le pusieron la zancadilla y se cayó. No les dio tiempo ni a resistirse”, afirma J. Antonio Campos.

En cuestión de minutos había decenas de personas alrededor de los agentes y los inmigrantes. “Se arremolinaron para ver lo que estaba pasando. Muchos empezaron a abuchear a la policía y llamaron a los refuerzos”, recuerda Campos. “De repente nos vimos como una película. Llegaron 15 ó 20 coches de la Policía Nacional por todas partes con las alarmas. Parecía que habían atracado el Nervión Plaza. Una locura”. Según su testimonio y el de García, la policía retiró los teléfonos móviles a quienes estaban grabando. “Se pusieron muy nerviosos porque la gente les increpaba y empezaron a quitarle los móviles a la gente y pegar a quien se metiera por medio. Fue una reacción totalmente fuera de control. Muchos de los que vinieron después al kiosko estaban indignados. A uno, incluso, llegaron a confiscárselo y le dijeron que pasara al día siguiente por comisaría a recogerlo”.

Al final, algunos ciudadanos de los que se enfrentaron a la policía fueron identificados y los dos senegaleses detenidos. “Cuando se fueron los coches salieron por todos lados. Algunos iban en contramano. Era como si hubiesen cogido a dos etarras”. Pape y Birahin han sido acusados de resistencia y atentado contra la autoridad, aunque probablemente no podrán acudir a su juicio porque para entonces ya habrán sido deportados a Senegal. Ahora están encerrados en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Algeciras y la orden de expulsión de España que ambos tenían se ejecutará previsiblemente en unos días. Su abogado ha solicitado que se paralice la deportación al menos hasta que haya juicio.

La situación de Birahim es especialmente dura. Iba a casarse el jueves pasado por lo civil con Patricia, española, a quien ya está unido por el rito musulmán. “Tuve que ir a cancelarlo porque ya teníamos fecha en el juzgado. Estamos hechos polvo”, nos cuenta Patricia que ha pasado de preparar su matrimonio a “ni siquiera abrazarlo” en el CIE. Patricia asegura, además, que su pareja fue golpeada en la comisaría de policía de Sevilla. “Cuando lo ví tenía una herida en la cara y le habían dado golpes en la espalda. Dice que le dijeron: ‘Te vamos a llevar a tu país a comer cocos, negro de mierda’. Todavía no puedo creerme que esto nos esté pasando”.

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH-A) ha solicitado al Defensor del Pueblo Andaluz que investigue el caso. Tanto Pape como Birahin han denunciado por agresión en el juzgado a los policías que intervinieron en la detención. “Si bien la policía tiene obligación de cumplir con su deber, debe considerar que dentro del deber está el respeto a las personas y la consideración de sus derechos. Y también afirmamos que cuando nos referimos a respeto y consideración de derechos nos referimos a que debe alcanzar a todas las actuaciones, desde la inicial hasta la información, sea a la superioridad o sea a la opinión pública”, asegura la APDHA

Desde que detuvieron a Pape y a Birahin no hay manteros frente al Nervión Plaza. Cada día alrededor de quince policías vigilan la zona. “¿De verdad hacen falta que se le esté pagando un sueldo a quince agentes de policía para que no se pongan a vender en la calle unos manteros?”, se pregunta Campos. “Es indignante”.


FUENTE: Periodismo humano (AQUÍ)
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