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La jueza federal estadounidense Susan Bolton ha ordenado este miércoles el bloqueo de partes clave de la ley de inmigración del estado de Arizona, que convierte en delito ser inmigrante ilegal y que iba a entrar en vigor este jueves.
Miles de activistas y líderes de la comunidad inmigrante de Arizona han realizado una gran movilización en contra de una ley que es considerada la más punitiva de Estados Unidos en contra de los extranjeros clandestinos.
La ley convierte en delito estatal la presencia ilegal en Arizona y permite que, al detener a alguien por alguna infracción, las autoridades policiales puedan arrestar a quienes sospechen que son inmigrantes indocumentados. Eso hace temer que la ley será una "licencia para discriminar" a quienes parezcan o tengan acento extranjero.
Aprobada en abril en un estado que desde años se considera el epicentro de la batalla contra la inmigración ilegal en Estados Unidos, la ley SB1070 ha provocado odio y miedo en la comunidad inmigrante pero también ha insuflado vida a la militancia que exige una reforma migratoria integral.
Victoria para los opositores
La decisión de la juez representa una gran victoria para los críticos de la ley, que tiene pendientes siete demandas en contra, entre ellas una del propio Gobierno de Estados Unidos.
Los fragmentos de la ley que fueron bloqueados se mantendrán en suspenso hasta que los tribunales federales se pronuncien sobre su contenido.
En la orden de la juez se indica que "hay una probabilidad sustancial de que los agentes detengan erróneamente a inmigrantes legales bajo la nueva ley".
"Al aplicar esta medida, Arizona impondría una carga 'extraordinaria, inusual y característica' a los inmigrantes ilegales que sólo el Gobierno Federal tiene autoridad para imponer", añade el dictamen de la jueza.
Parcialmente en vigor
La medida entrará en vigor, como está previsto, pero sin las secciones más polémicas, como la que obliga a los agentes de Policía a comprobar el estatus migratorio de una persona a la que hayan detenido por otras razones.
También queda en suspenso la aplicación de otro apartado que obliga a los inmigrantes a llevar siempre la documentación que demuestre que se encuentren de manera legal en EE UU.
Igualmente se suspende la parte de la ley que convertía en delito que los inmigrantes indocumentados pudieran pedir empleo en lugares públicos.
12 millones de inmigrantes indocumentados
Se calcula que en Arizona hay unos 460.000 inmigrantes indocumentados, la mayor parte de ellos hispanos, y en todo EEUU unos 12 millones.
Según las encuestas, la mayor parte de los estadounidenses respaldan la SB1070. Un sondeo del Instituto Gallup difundido el martes cifraba en el 60 % el porcentaje de votantes que está de acuerdo con esa ley.
El Departamento de Justicia de EE UU había apelado contra la norma al alegar que los estados no pueden usurpar la potestad federal de dictar la política migratoria.
Miles de activistas y líderes de la comunidad inmigrante de Arizona han realizado una gran movilización en contra de una ley que es considerada la más punitiva de Estados Unidos en contra de los extranjeros clandestinos.
La ley convierte en delito estatal la presencia ilegal en Arizona y permite que, al detener a alguien por alguna infracción, las autoridades policiales puedan arrestar a quienes sospechen que son inmigrantes indocumentados. Eso hace temer que la ley será una "licencia para discriminar" a quienes parezcan o tengan acento extranjero.
Aprobada en abril en un estado que desde años se considera el epicentro de la batalla contra la inmigración ilegal en Estados Unidos, la ley SB1070 ha provocado odio y miedo en la comunidad inmigrante pero también ha insuflado vida a la militancia que exige una reforma migratoria integral.
Victoria para los opositores
La decisión de la juez representa una gran victoria para los críticos de la ley, que tiene pendientes siete demandas en contra, entre ellas una del propio Gobierno de Estados Unidos.
Los fragmentos de la ley que fueron bloqueados se mantendrán en suspenso hasta que los tribunales federales se pronuncien sobre su contenido.
En la orden de la juez se indica que "hay una probabilidad sustancial de que los agentes detengan erróneamente a inmigrantes legales bajo la nueva ley".
"Al aplicar esta medida, Arizona impondría una carga 'extraordinaria, inusual y característica' a los inmigrantes ilegales que sólo el Gobierno Federal tiene autoridad para imponer", añade el dictamen de la jueza.
Parcialmente en vigor
La medida entrará en vigor, como está previsto, pero sin las secciones más polémicas, como la que obliga a los agentes de Policía a comprobar el estatus migratorio de una persona a la que hayan detenido por otras razones.
También queda en suspenso la aplicación de otro apartado que obliga a los inmigrantes a llevar siempre la documentación que demuestre que se encuentren de manera legal en EE UU.
Igualmente se suspende la parte de la ley que convertía en delito que los inmigrantes indocumentados pudieran pedir empleo en lugares públicos.
12 millones de inmigrantes indocumentados
Se calcula que en Arizona hay unos 460.000 inmigrantes indocumentados, la mayor parte de ellos hispanos, y en todo EEUU unos 12 millones.
Según las encuestas, la mayor parte de los estadounidenses respaldan la SB1070. Un sondeo del Instituto Gallup difundido el martes cifraba en el 60 % el porcentaje de votantes que está de acuerdo con esa ley.
El Departamento de Justicia de EE UU había apelado contra la norma al alegar que los estados no pueden usurpar la potestad federal de dictar la política migratoria.
FUENTE: Agencia Efe, 20 minutos (AQUÍ)
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